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lunes, 6 de septiembre de 2010

Las verdades de las mentiras


“Mi vida ha sido tocada fuertemente por el viaje. Constantemente viajamos, aunque no nos demos cuenta de ello y hasta creemos que estamos estancados sin la posibilidad de escapar. Podemos explotar de alegría o sucumbir en el dolor severo.”

Una mujer que por su trabajo es invitada por personas  originarias de Australia. Tendrá que viajar miles de kilómetros para cumplir con la invitación. Para ello tendrá en cuenta el vestido, los tacos, el maquillaje e incluso el discurso, para ser recibida y quedar acorde con semejante ocasión. Al llegar toma un jeep y es llevada durante varias horas atravesando el desierto, hasta detenerse justo frente a una construcción de hojalata ondulada, con una pequeña fogata en el frente, y dos mujeres.
Al bajarse, le ofrecen una pieza de tela y le dicen que se quite todo, inclusive ropa interior o los sujetadores del pelo. Al no tener otra opción y habiendo viajado tanto se muda; luego le hacen pasar sobre el fuego, atravesando el humo que despedían unas ramas secas que habían sido arrojadas justo antes. Al quedar ‘limpia’, tiran todas sus pertenencias sobre el fuego y por fin puede ingresar al lugar.
Luego de un ritual dentro de la construcción y de ponerla a prueba, la tribu le da la bienvenida al ‘outback’ (desierto “australiano”) para luego adentrarse en él; tanto la tribu como ella.
Pasando por varias circunstancias y entrando en contacto directo con saberes milenarios, esta serie de vivencias, de referencia, autobiográfica, supone entonces revivir la experiencia vivida por Marlo Morgan; paralelo a ello generar una severa reflexión al lector sobre lo relatado.

Cambios bruscos, notorios, sutiles, o aparentemente inexistentes, el viaje produce. Aquella mujer, la vida le cambió totalmente.
Una vivencia día a día con los “aborígenes” “australianos”, nos acerca a través de relatos de todo tipo a otra realidad, otro orden y cosmovisión. Situaciones por ejemplo de orden simbólico, en tanto que tienen una representatividad  sagrada. Unas cotidianas como conseguir el agua, el alimento, refugio, o pasar la noche, tienen en sí toda una carga simbólica y de sentido común respecto al funcionamiento de la naturaleza. En cambio actos rituales que en agradecimiento hacia la vida, la naturaleza, o agente de la realidad (luna, sol, cielo, estrellas, etc) como también los actos de celebración, tienen una carga sagrada y simbólica muy fuerte. Esto se hace mucho más potente gracias al contraste de la norteamericana y su cultura, puestos a prueba bajo esta otra realidad.
Hay que pensar en una realidad, carente de toda materialidad, por la materialidad misma, en donde la naturaleza no es un universo ajeno sino la existencia de todos los días, y en donde cada cosa tiene un sentido con la vida y con ellos como tribu.
A continuación dos apartes. El primero una de las últimas reflexiones, el segundo el mensaje, completo, que le fue dado entregar al mundo entero.
® “No debería existir sufrimiento para criatura alguna excepto el que ella acepte por sí misma. Era una idea a considerar. Mujer espíritu me explicó que cada alma individual en el más alto nivel de nuestra existencia puede elegir, y en ocasiones lo hace, un cuerpo imperfecto para nacer; a menudo llegan para enseñar e influir en las vidas con las que entra en contacto. Mujer espíritu dijo que los miembros de la tribu que habían sido asesinados en el pasado habían elegido vivir plenamente antes del nacimiento, pero en algún momento de su vida también habían elegido ser parte de una prueba esclarecedora para otra alma. Si los mataban era porque así lo habían aceptado a un nivel eterno, e indicaba tan solo hasta que punto comprendían lo que era ‘eternamente’. Esa muerte significaba que el asesino había fracasado y que volvería a ser puesto a prueba en algún momento del futuro. Todas las enfermedades y los trastornos, creen ellos(los auténticos = “aborígenes”), tienen alguna relación espiritual, y serian como las piedras por las que se cruza un río si los Mutantes (hombres de conciencia y comportamiento ‘occidental’- hombre de ciudad) quisieran abrirse y escuchar a sus cuerpos para enterarse de lo que está ocurriendo”
® “Realizamos el acostumbrado ritual de cada mañana y luego Cisne Negro Real me cogió de la mano y me acercó más al fuego.  Outa me dijo que el Anciano quería expresar una oración especial. Los demás se congregaron en derredor; yo me hallaba dentro de un círculo de brazos extendidos. Todos los ojos estaban cerrados y los ojos apuntaban hacia el cielo. Cisne Negro Real habló a las alturas. Outa me tradujo:
{Hola, Divina Unidad. Nos hallamos aquí ante ti con una Mutante (Marlo Morgan). Hemos caminado con ella y sabemos que todavía conserva una chispa de tu perfección. Hemos influido en ella y la hemos cambiado, pero transformar a una Mutante es una tarea muy difícil.
Verás que su extraña piel pálida se está volviendo de un tono moreno más natural y que su pelo blanco crece y se aparta de su cabeza en el que ha enraizado un hermoso cabello oscuro. Pero no hemos podido alterar el extraño color de sus ojos.
Hemos enseñado mucho a la mutante y hemos aprendido de ella. Parece ser que los mutantes tienen algo en su vida llamado salsa. Conocen la verdad, pero la entierran bajo el espesor y las especias de la convivencia, el materialismo, la inseguridad y el miedo. También tienen algo en sus vidas que llaman glaseado. Al parecer representa el modo en que malgastan casi toda su existencia en proyectos superficiales, artificiales, temporales, de agradable sabor y atractiva apariencia, pero dedican muy pocos segundos en desarrollar su ser eterno.
Hemos elegido a esta mutante y la liberamos, como un pájaro, al borde del nido, para que se aleje volando, muy alto y muy lejos, y para que chille como la cucaburra, y les cuente a sus oyentes que nosotros nos vamos.
No juzgamos a los mutantes. Rezamos por ellos y nos liberamos a nosotros mismos. Rezamos para que examinen detenidamente sus acciones y sus valores y para que aprendan antes de que sea demasiado tarde que toda la vida es una. Rezamos para que dejen de destruir la tierra y destruirse a sí mismos. Rezamos para que haya suficientes Mutantes a punto de convertirse en Auténticos que cambien las cosas.
Rezamos para que el mundo Mutante escuche y acepte a nuestra mensajera.
Fin del mensaje.}

No tengo nada más que decir. No se puede decir algo más, no hay cómo.

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