Radio Bazurto!


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viernes, 11 de junio de 2010

Piglia, pigliaaaaaa!!!!!!

¡Me mató! No podía dejar de leer ese cuento, o micro cuento, tanto así que supe que era un micro cuento porque lo busqué por internet. “un hombre, en Montecarlo, va la casino, gana un millón, vuelve a casa, se suicida.” Me retorcí al querer saber por qué. Aún me lo pregunto y pienso que de allí podrían salir muchas, muchísimas historias. Chejov, maestro. – tal vez en cien o doscientos años, los hombres puedan vivir cómodamente, ser felices y plenos, resolver todos, todos sus problemas e inquietudes.- Cien años después…

El cuento, genero de la narrativa humana. La intriga como motor del relato, de lo no dicho, portal capaz de producir en el lector las mil y una posibles rutas o resoluciones. Elemento maravilloso a través del cual se constituye la historia, permitiéndose ser el conductor de aquel lector presa de su encanto mas bien, de la curiosidad humana, o dicho de otro modo más vulgar: las ganas de saciar la sed de chisme, de saber todo.


En ese proceso y difiriendo de cada autor, constitutivamente hay dos historias. La historia 1 y la historia 2. Según Quiroga o Poe la primera está en primer plano la segunda está entre los intersticios de la primera, siendo esta un secreto y de modo fragmentario, el cual se devela al final, como aquel regalo sorpresa, de concurso bizarro sabatino, que termina sorprendiéndonos.

Otro en cambio, Kafka, invierte la receta, produciendo otro efecto y construyendo otra materialidad, estableciendo así en su historia 2 de modo sencillo y claramente, mientras discretamente va ocupándose de la historia 1, produciéndose algo “enigmático y oscuro” (Piglia)


Mientras en el cuento moderno como Chejov, K. Mansfield, Sherwood Anderson y J. Joice deja de lado el final sorpresa, trabajando en tensión las dos historias, sin resolverlas. Las cuenta a ambas como si fueran una sola. Así se contaría de otro modo la historia secreta, de un modo más alusivo, con lo no dicho; lo sugiere.

Esto está muy bueno, me hace pensar en teatro. Teatro escrito, cómo todo está dicho, pero a la vez nada. Como la historia se cuenta a través de personajes, mientras todo se da vuelta, o se retuerce y todo se resuelve o sigue como siempre.


Siempre hay tanto para decir, pero tan pocos para oír. Todos queremos ser escuchados, pero nadie quiere escuchar. (Acá, ya hay historia 1 e historia 2). Mientras leo la tesis sobre el cuento, me imagino si pusiéramos como juego literario a todos estos escritores, y les diéramos una consigna, (así como Claudia y los chicos en la clase de taller a nosotros) que sea igual: escribir la misma historia. Ahí creo podríamos corroborar o no la tesis sobre el cuento.

Al final sigo pensando en aquel casino, en la cuerda apretujada en el cuello, y la piel de un lado más colorada que del otro.

1 comentario:

  1. Qué bueno que el taller les dispare este tipo de reflexiones, que se apropien de los textos y que los usen para pensar otras cosas.
    En el fondo todas las materias de la facu deberían funcionar un poco así, pero no siempre pasa...

    Saludos

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